“Nutrición Orgánica vs Muscular”

Nicolás Mauro

Nutrición Orgánica: Este término se refiere al aporte de energía y nutrientes a nivel sistémico, abarcando todos los tejidos del organismo. Es crucial para satisfacer las demandas energéticas y fisiológicas —estructurales, enzimáticas, de transporte, hormonales, etc.— que ocurren en todos los órganos y estructuras del cuerpo humano.

Nutrición Muscular: Específica del nivel muscular, esta nutrición debe cubrir las necesidades energéticas y estructurales esenciales para soportar los procesos de reciclaje, regeneración, reparación y anabolismo de las células musculares.

La distinción entre estas dos es fundamental, ya que la nutrición frecuentemente se enfoca solo en las demandas energéticas y fisiológicas orgánicas, descuidando las necesidades específicas del músculo esquelético. Esta situación es particularmente crítica en deportistas, cuyas demandas energéticas y de reparación miocelular son significativamente mayores que en personas sedentarias. Esto se intensifica en aquellos que entrenan para ganar masa muscular mediante ejercicios de fuerza, puesto que sus necesidades de reparación miocelular son más elevadas en comparación con quienes practican deportes de resistencia aeróbica.

Un problema común entre deportistas es pensar que una ingesta adecuada de proteínas y energía es suficiente, cuando en realidad, muchas veces solo alcanza para satisfacer las necesidades orgánicas, dejando a los músculos carentes de los nutrientes necesarios para mantener la proteostasis y para cubrir las demandas de reparación y anabolismo muscular. Un aporte inadecuado e insuficiente de nutrientes puede prolongar los procesos catabólicos musculares, afectando gravemente las respuestas hormonales y moleculares necesarias para iniciar la fase anabólica de la síntesis proteica muscular.

Importancia del Aporte Nutricional en la Masa Muscular:

Como mencioné en anteriores post, el músculo esquelético es el principal consumidor de energía del cuerpo humano. Esta necesidad energética se incrementa aún más si se realiza ejercicio físico, y se intensifica especialmente en entrenamientos de fuerza. Las necesidades musculares van más allá de lo energético, pues el sistema muscular también requiere de un abastecimiento estructural adecuado, no solo a nivel miocelular sino en todas las estructuras que componen el sistema locomotor, como huesos, tendones, ligamentos y cartílagos.

En objetivos de hipertrofia muscular, es crucial enfocarse en la nutrición muscular específica. Proveer al músculo con la energía necesaria es insuficiente si no se cubren también las demandas proteico-estructurales. La cantidad de proteínas e hidratos de carbono, así como su timing, pueden marcar una diferencia significativa. No debemos olvidar que una ingesta calórica baja puede llevar a una mayor utilización de proteínas con fines energéticos, relegando a un segundo plano los procesos estructurales. Además, omitir los hidratos de carbono puede retardar la absorción de aminoácidos, pues su efectividad aumenta con la acción de la insulina, que, si bien también se eleva con las proteínas, se ha demostrado que la ingesta conjunta de ambos macronutrientes potencia las vías de señalización de la síntesis proteica muscular.

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